sábado, 30 de noviembre de 2013

Cuando nos toque a nosotros ya no quedará nadie que pueda ayudarnos.

Tú que solías expresar tanto con una mirada ahora usas lentillas para cambiar el color de tus ojos.
O tú, que te preocupas más por unas zapatillas de marca que por los abusos que se esconden tras ellas.
¿Qué está pasando? Si ahora se valora más ir bien vestido que tener el corazón en su sitio.
Que ves un parado con dos hijos pidiendo en la calle, miras hacia arriba y no pasa nada. Que presencias un suicidio provocado por una orden de desahucio y ningún medio de comunicación se molesta en informar de tal catástrofe, no pasa nada, tú sigues caminando. Te enteras de que que una prestigiosa marca atenta contra los derechos de sus trabajadores y la semana siguiente compras algunos de sus productos ya que "es ley de vida". Y ya lo decía  Martin Niemöller hace poco más de medio siglo, cuando las desgracias son ajenas miramos hacia otro lado y cuando nos toque a nosotros ya no quedará nadie que pueda ayudarnos.

2 comentarios:

  1. Solidaridad. Es difícil en un sistema en el que el todo es de uno y la nada de todos.
    Ahora Niemöller anotaría algo así: Al final fueron a por ti, inculto y estúpido maniquí, y todos los ideales y valores estaban ya tan muertos como tú.
    Buen texto.
    Saludos.

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  2. Lo importante es luchar por cambiar las cosas y no caer en el conformismo. Gracias.

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