sábado, 16 de enero de 2016

Enseñanzas.

Qué importa cómo empiece mis cartas
si ningún camino nos va a llevar a Roma.

Enséñame la autenticidad de un cuerpo tan puro
que prescinda de cualquier añadido
para poder sentirse vivo.
Enséñame a ver con los ojos cerrados
y a confiar con ellos abiertos.

No me enseñes a cantar,
porque sería un exceso de milagros.
Pero enséñame a desnudar el alma
encima de un escenario,
sin sentirme avergonzada.

Enséñame a querer,
sobretodo a la vida,
para que deje de tenerla miedo.
Enséñame a ser dos,
a pesar de seguir siendo una.
A ser contigo,
sin dejar de ser yo.

Enséñame a viajar sin billetes,
y a crear,
en vez de soñar.
Enséñame cómo vivir en una nube
con los pies en el suelo.

Enséñame,
la transparencia
de quien no tiene miedo a la crítica social,
la aceptación
de quien se cree valioso por existir,
y la grandeza,
de quien valora seguir vivo.

Enséñame a vivir la vida que quiero,
sin dañar las vidas que me quieren.

Enséñame a luchar por mis sueños
hasta hacerlos realidad,
a crear belleza
y llamarla poesía.


1 comentario:

  1. pero seguí escribiendo, que eso enseña, y si podés seguí compartiéndolo que escribís muy lindo

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