lunes, 21 de octubre de 2013

La infinidad no es opcional.

En los tiempos que corren, prometer amor se ha convertido en algo ordinario, nada fuera de lo común. ¿Cómo puede alguien garantizar que dentro de veinte años va a seguir queriendo a esa persona tal y como en este mismo instante? Es sin duda, un gran error prometer algo que no está a nuestro alcance. ¿O es que alguien ha decidido de quién enamorarse? Pueden juzgarme de negativa, o incluso de reprimida pero los siempres no existen. Todo, absolutamente todo tiene un final y es recomendable tener constancia de ello. Por muy bella que sea la flor termina muriendo. Por muy rico que esté el pastel existe un último trozo. Y por muy grande que sea la llama del amor, se termina apagando. No se castiguen porque una relación acabase, o por perder a una amistad, constituyen aspectos inevitables de esta vida. Y bien, prometan que no les olvidarán, agradézcanles todos los momentos vividos pero no más falsas ilusiones, la infinidad no es opcional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario