Y es que, para ser feliz primero hay que saber lo que es sufrir.
No sabríamos explicar la alegría si nunca hubiésemos sentido tristeza.
Ninguna persona que no se haya sentido sola es capaz de valorar la compañía.
El tiempo de espera va seguido del de corre con todas tus ganas y el te echo de menos termina en el te echo de más.
Para saciar la sed, primero hay que tenerla.
Y la vida no es encontrar algo que te quite la sed.
La vida son las experiencias vividas hasta que lo encuentras.
Todos los vasos tienen fondo y todas las manos terminan queriendo probar de otros vasos.
Si sabes cuando y por qué sufrir, puedes vivirlo todo. Cada vez me gusta más tu blog.
ResponderEliminarMuchas gracias Pablo
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