lunes, 2 de junio de 2014

Las pequeñas cosas son las más grandes.

Con frecuencia atribuimos la palabra felicidad a lo que no tenemos.
Un hermano con quien poder desconectar.
Una mascota a la que cuidar.
Una pareja idealizada.
Una abuela a la que volver a abrazar.
Un hijo que no vendrá.
Un mensaje que no recibirás.
Un teléfono que no sonará.

Nos atormentamos mientras nos preguntamos qué hemos hecho mal.
Por qué ellos sí y yo no.
Por qué yo sí y ellos no.

Pero
hoy me he dado cuenta de que la felicidad es esto.
Sonreír sin motivo,
emocionarse con canciones,
una tarde con viejos amigos,
un libro dedicado,
el cigarro antes de dormir,
una carta recibida,
un examen aprobado.

Felicidad es todo lo que pasa a nuestro al rededor
y que,
sin darnos cuenta,
hace que la vida valga la pena.

Hoy no necesito verme reflejada en los ojos de nadie
y ya no busco el aplauso ajeno en cada acción.
Hoy me da igual vuestra opinión
y lo digo muy orgullosa,
soy feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario