Y lo es también que quien te busca,
te quiere.
Quien te busca quiere algo de ti.
Y quien te quiere..
simplemente te quiere.
Pero no vengo a hablarte de utopías ni leyendas sobre el amor. Ya sabes que eso ya no me gusta, que me cambié de estación. Sigo enamorada de los trenes pero me he prohibido algunos destinos. Por si al llegar, me daba por echar raíces y olvidarme de la felicidad que me invadía al sentirme libre.
Hoy he decidido escribirte para decirte que tenías razón. Que en mi mundo feliz, como tú solías llamarlo, también existe el desaliento y la esperanza está de baja. Debería haberte creído cuando me dijiste que las apariencias engañan y que solo hacen falta tres letras para que los amigos se conviertan en enemigos. Solo tres letras y mucho valor para decirles que se acabó.
Y resulta, que mi mundo ha decidido ir delante de vacío y olvidarse de feliz. Quizá no sea suficiente con dejar la puerta abierta y haga falta salir e invitar a entrar a todo aquel que quiera hacer de esto un lugar mejor.
Tú ocúpate del cielo, que con tu paso en la tierra te lo ganaste.
"Sigo enamorada de los trenes pero me he prohibido algunos destinos."
ResponderEliminarDebería aprender de eso. Yo me sigo montando en todos, incluso en los que descarrilan...
Escribes bonito :)
Abrazos de alto riesgo.
Mejor así que dejar de montar en algunos por miedo, verdad?
ResponderEliminarNo sé si decirte gracias por el comentario o que me has alegrado el día. O algo así.