miércoles, 4 de febrero de 2015

No siendo, no siento.

Nos quejamos de nuestra falta de autocontrol
fiándonos de fármacos que pondrían fin a nuestro problema.

La consecuencia:
estar drogados,
no ser uno,
y más problemas.

Nos convierten en momias que deambulan
sin paradero marcado,
con ganas de que acabe el día
y con la certeza de que el siguiente
no será muy diferente.

Si siendo no disfruto
y no siendo
no siento...
Dime ahora, doctor,
cuál es la solución.


Guardaré mis gritos
cuando usted guarde esas pastillas,
y estaré bien
cuando no las necesite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario